El exceso de fármacos: más problema que cura

Fármacos¿Sabes qué es la polifarmacia? Tal vez el término no te resulte familiar, pero probablemente conoces lo que significa. Es el uso de más medicamentos de los que en realidad requieres, y no sólo los que te receta el médico, sino también los que compras en la farmacia sin necesidad de receta o prescripción. Y el resultado de ese exceso puede ser peligroso para tu salud.

Los medicamentos son imprescindibles para prevenir, curar o aliviar las enfermedades, pero si los tomas a montones, puede ocurrir una interacción peligrosa entre ellos y aumentan las posibilidades de que tengas efectos secundarios nocivos. Mientras más medicamentos tomes, más se agudiza el problema. Y como los fabricantes presentan a diario nuevas píldoras con la promesa de alargar la vida o de aliviar una enfermedad, es difícil evitar la tentación de probarlas.

El exceso de medicamentos que se toman al mismo tiempo puede hacerle daño al organismo, o traer consecuencias negativas de tres modos diferentes. Estos son:

1. Interacción peligrosa de unos medicamentos con otros. Algunos medicamentos producen reacciones dañinas para la salud al actuar con otros. Ese riesgo crece a medida que aumentas la cantidad de medicamentos que tomas.

2. Dejar de tomar ciertos medicamentos recetados. Para algunos pacientes, sobre todo si son adultos de la tercera edad, puede resultar confuso cumplir las indicaciones para tomar varios medicamentos. Y muchas veces terminan dejando de tomar algunos o tomándolos esporádicamente, lo que puede ocasionar problemas de salud. Por ejemplo: si no tomas un antibiótico como te indican, en la dosis que te indican, durante el tiempo que te indica el médico, la bacteria puede desarrollar resistencia a ese antibiótico, se vuelve inmune a ese medicamento (ya no responde a él), lo que se traduce en un riesgo para tu salud y la de los demás .

3. Mayor riesgo de efectos secundarios. Todos los medicamentos tienen algún tipo de efecto secundario y, cuando se toman muchos, el riesgo es mayor. En algunos casos, es difícil  determinar qué medicamento causó cada reacción, ya que los síntomas se confunden entre sí.

Para tratar de resolver o hacer más leves esos problemas, los investigadores están tratando de combinar medicamentos que funcionen bien juntos en una sola tableta. Así se minimizan las reacciones negativas, y se reduce el número de pastillas que el paciente debe tomar. Ese sistema ha dado buenos resultados, por ejemplo, en el tratamiento del VIH. Hace años, no era raro que un enfermo tomara muchas pastillas al día (en algunos casos más de 60), mientras que en la actualidad no suelen pasar de dos.

Hay varias medidas que puedes tomar para que la polifarmacia no te perjudique. Presta atención y ponla en práctica:

  • Lee la etiqueta completa del medicamento, lo mismo si es por receta que de venta libre. Fíjate en especial en los efectos secundarios, y si está contraindicado con cualquier otro medicamento que ya tomas.
  • Revisa con el médico y el farmacéutico la lista de medicamentos. Y habla con el médico si notas que alguno te hace sentir mal.
  • A no ser que el médico te indique otra cosa, toma los medicamentos con agua. Si los tomas con otro líquido (jugos de fruta, refrescos, etc.) el medicamento podría tener alguna una interacción con él. Y desde luego, nunca te lo tomes con bebidas alcohólicas.
  • Nunca tomes un medicamento recetado para otra persona. Aunque sea el mismo que tú tomas y para el mismo problema, tal vez la dosis sea distinta y te perjudique.

Es cierto que minimizar los riesgos de la polifarmacia requiere algún trabajo de tu parte, pero el esfuerzo vale la pena, porque tú mejor que nadie conoces cómo funciona tu cuerpo, y notas enseguida cómo reacciona ante un medicamento. Aclara cualquier duda que se tengas con el médico o con el farmacéutico. Y si notas algún síntoma extraño al empezar un nuevo medicamento, infórmaselo de inmediato a tu médico, quizá te recomiende cambiar la dosis o sustituirlo por otro similar, pero no lo suspendas sin consultar a tu  médico.

Finalmente recuerda que también es importante notificarle a tu médico y a tu farmacéutico si estás tomando cualquier hierba o suplemento, estas también pueden tener interacciones con las medicinas ya sea recetadas o de venta libre. Por eso, entre las instrucciones que te dan cuando tomas medicinas te dicen si debes de tomarlas en ayunas o después de comer y si debes de evitar ciertos alimentos. Todo es importante cuando se trata de tu salud.

 

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Fuente: Vida y Salud